La evolución del color de los ojos del bebé

Cuando nace un bebé, cada pequeño detalle se convierte en motivo de asombro: los gestos, la forma de las manos, la suavidad de su piel… y, por supuesto, sus ojos. Mirarlos es como descubrir un mundo nuevo. Pero lo que muchos padres no esperan es que ese color tan particular que observan al principio puede no ser el definitivo. Aquí es donde comienza la fascinante evolución del color de los ojos del bebé.

Es en esos primeros meses donde todo cambia rápidamente y cada día trae una nueva sorpresa. Como padres, aprendemos a mirar con atención, a disfrutar de lo inesperado y a guardar en la memoria cada pequeño detalle que convierte el crecimiento de un hijo en una experiencia única.

En Gabis lo sabemos bien: acompañamos a las familias desde los primeros días con accesorios pensados para cuidar, proteger y celebrar cada etapa del crecimiento. Porque entendemos que, detrás de cada cambio, como ese sutil matiz que transforma la mirada del bebé, hay momentos únicos que merecen ser vividos con ternura, confianza y estilo.

¿Te gustaría descubrir cómo es la evolución del color de los ojos del bebé? En Gabis te contamos todos los detalles a continuación.

¿Por qué cambia el color de los ojos del bebé?

Uno de los aspectos más fascinantes del desarrollo en la primera infancia es cómo el cuerpo comienza a regular la producción de melanina, un pigmento que define tanto el color de la piel y el cabello como el de los ojos. Veamos entonces los principales factores que afectan la pigmentación de los ojos:

El papel de la melanina

La melanina se produce en células llamadas melanocitos, que se activan con el tiempo. Cuanto más melanina se acumula en el iris, más oscuro será el color de los ojos: marrón, avellana o verde. Si los melanocitos generan poca melanina, los ojos se mantienen azules. Es importante destacar que la actividad es gradual y está influenciada por la genética y el entorno, dos aspectos que detallamos a continuación.

La influencia genética

La herencia genética engloba el color de ojos que tienen los padres y también los genes recesivos que puedan portar. Pero, ¿qué son los genes recesivos? Son aquellos que, aunque están presentes en el ADN, solo se manifiestan si ambos padres los transmiten. Es decir, un bebé puede heredar un color de ojos distinto al de sus padres si ambos portan el mismo gen recesivo, aunque no lo tengan visible en su apariencia.

El entorno y la exposición a la luz

¿Sabías que la exposición a la luz también puede estimular la producción de melanina? Durante el embarazo, el bebé permanece en la oscuridad del útero. Al nacer y comenzar a recibir luz natural o artificial, su cuerpo empieza a ajustarse. Este proceso puede influir en la intensidad o matiz del color final, aunque no cambia completamente el tono determinado por la genética.

¿Cuándo empiezan a cambiar de color los ojos del bebé?

La evolución del color de los ojos del bebé no es inmediata. Suele observarse como un proceso sutil pero constante, que va acompañado de otros importantes procesos de desarrollo.

Primeros seis meses

Desde el nacimiento hasta los seis meses, los cambios suelen ser más graduales. Los ojos azules pueden tornarse más grisáceos o marrones claros, y a menudo los padres comienzan a notar diferencias en la tonalidad dependiendo de la luz. Algunos bebés mantienen los ojos claros durante este período, lo que puede generar la impresión de que ese será su color definitivo, aunque no siempre es así.

Durante estos primeros meses, no solo se produce una evolución del color de los ojos del bebé, sino que ocurren otros cambios físicos importantes. Es habitual que el bebé experimente la caída del pelo, un fenómeno natural que forma parte de su desarrollo y adaptación. Además, algunos bebés pueden presentar molestias como los reflujos, que pueden aliviarse con masajes diseñados para brindarles mayor bienestar mientras continúan creciendo y explorando el mundo que les rodea.

De seis a doce meses

A partir del sexto mes, los cambios pueden ser más evidentes. Es común ver cómo un azul claro se transforma en un verde oliva o en un marrón ámbar. Este es un momento donde los melanocitos ya están más activos, y el color de los ojos empieza a consolidarse.

Hasta los tres años

Aunque muchos bebés ya muestran su color definitivo al año, en algunos casos el cambio continúa hasta los tres años. Se trata de una evolución lenta, donde el matiz se va estabilizando y es menos probable que cambie más allá de ese punto.

¿Cuándo se define el color de los ojos de un bebé?

La mayoría de los niños muestran su color definitivo entre los 9 y los 12 meses. Sin embargo, el desarrollo no es idéntico para todos y, como mencionamos anteriormente, hasta los tres años puede haber variaciones sutiles. En términos médicos, no se considera que el color de ojos esté completamente definido hasta que el desarrollo de la melanina se ha estabilizado.

Desde la pediatría, no se suele realizar ningún seguimiento específico sobre el color de ojos, salvo en casos donde se detecten anomalías pigmentarias o posibles afecciones visuales. En condiciones normales, este es un aspecto puramente estético, sin implicaciones clínicas.

Cuando un bebé tiene los ojos grises, ¿qué color tendrá?

Muchos recién nacidos presentan ojos grises o azul grisáceo, lo que genera muchas preguntas entre los padres. Esta apariencia inicial está relacionada con la escasa pigmentación del iris, ya que aún no se ha desarrollado la melanina. Como parte de la evolución del color de los ojos del bebé y a medida que la producción de melanina aumenta, el color puede cambiar y adoptar tonos más oscuros o claros. Por eso, es completamente normal que el color que vemos al nacer no sea el definitivo.

¿Por qué tantos bebés nacen con ojos azules o grises?

Ocurre especialmente en bebés de piel clara, cuya genética tiende a producir niveles bajos de melanina al nacer. No obstante, esto no significa que vayan a conservar ese color. 

Diversidad genética y origen étnico

No podemos dejar de mencionar el importante rol que desempeña el origen étnico del bebé en todo lo mencionado anteriormente: la carga genética influye en la cantidad de melanina presente en el iris, lo que condiciona en gran medida el color de los ojos. Algunas combinaciones hereditarias tienden a generar tonos más oscuros, mientras que otras permiten una mayor variabilidad hacia colores claros. Esta diversidad responde a patrones genéticos complejos que, más allá de la apariencia física, reflejan la riqueza biológica de cada bebé.

¿Cuándo debo preocuparme?

En general, el cambio en el color de los ojos del bebé es un proceso normal. Pero hay ciertos signos que pueden indicar problemas que requieren revisión médica:

  • Si un solo ojo cambia de color y el otro no.

  • Si el iris presenta manchas blancas o grisáceas.

  • Si el color cambia de forma abrupta en poco tiempo.

  • Si hay otros síntomas como sensibilidad extrema a la luz, enrojecimiento persistente o alteraciones visuales.

En cualquiera de estos casos, recomendamos acudir al pediatra o a un oftalmólogo infantil. Aunque poco frecuentes, algunas enfermedades oculares raras pueden presentarse con cambios de pigmentación.

Cada mirada, un mundo nuevo

Observar la evolución del color de los ojos del bebé es una de las experiencias más entrañables de la crianza. Es un proceso natural que, aunque puede generar curiosidad y expectativas, forma parte de ese viaje lleno de descubrimientos que supone el primer año de vida. Cada mirada del bebé es un recordatorio de que está creciendo, desarrollándose y adaptándose al mundo que lo rodea.

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