Masaje para reflujos en bebés: un alivio natural para el estómago de tu pequeño
El llanto desconsolado, las noches sin dormir y esa sensación de impotencia cuando tu bebé sufre… No hay nada más difícil para una madre o un padre que ver a su pequeño con molestias. Muchos de estos episodios tienen su origen en algo tan común como la inmadurez digestiva. ¿La buena noticia? Puedes ayudarle con un masaje para reflujos en bebés.
Porque a veces lo más simple, puede ser lo más efectivo: el contacto físico, el calor de las manos y unos minutos de conexión pueden marcar la diferencia.
Desde Gabis, te presentamos una guía práctica y detallada sobre cómo el masaje puede convertirse en un aliado poderoso para aliviar el reflujo en los primeros meses de vida. Veremos qué es exactamente el reflujo gastroesofágico, cómo identificarlo, cómo un masaje adecuado puede ayudar y, lo más importante, cómo hacerlo paso a paso con total seguridad.
Entendiendo el reflujo gastroesofágico
Es importante mencionar primero que el reflujo gastroesofágico en los bebés es una condición frecuente, especialmente entre los 0 y 6 meses. Se trata de una consecuencia natural del desarrollo inmaduro del aparato digestivo. El protagonista en este caso es el esfínter esofágico inferior, una especie de “válvula” muscular que debería mantenerse cerrada tras cada toma para impedir que el contenido del estómago regrese al esófago. Sin embargo, en los lactantes, este esfínter aún no es completamente funcional.
Como resultado, la leche ingerida puede retornar hacia la boca y causar regurgitaciones, a veces acompañadas de llanto o incomodidad. Aunque la situación resulta molesta, no suele implicar una patología grave. ¿Cuáles son sus síntomas más frecuentes?
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Regurgitación después de la mayoría de las tomas.
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Llanto frecuente, sobre todo tras alimentarse.
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Irritabilidad o dificultad para conciliar el sueño.
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Hipo persistente o tos sin causa aparente.
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Posición arqueada del cuerpo, como si intentara evitar el dolor.
También queremos hacer hincapié en la diferencia con el reflujo fisiológico, que se presenta como parte del proceso de maduración del sistema digestivo y que desaparece por sí solo con el tiempo. Por otro lado, el reflujo patológico o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), requiere intervención médica y seguimiento especializado. La principal diferencia está en la intensidad, la frecuencia y el impacto sobre la salud general del bebé, como la pérdida de peso o la negativa a alimentarse.
Beneficios del masaje para reflujos en bebés
Cuando realizamos un masaje de forma regular y adecuada a nuestro bebé, podemos observar beneficios desde el punto de vista digestivo, emocional y neurológico. A continuación, analizamos por qué esta práctica está tan recomendada por profesionales de la salud infantil:
Mejor digestión y la eliminación de gases
El masaje activa el sistema digestivo del bebé mediante estímulos suaves sobre el abdomen, lo que facilita el movimiento del contenido intestinal y contribuye a una mejor digestión y a la liberación de gases.
Relaja al bebé
El masaje para reflujos en bebés tiene un efecto calmante y relajante gracias al contacto piel con piel y al ritmo de los movimientos. Al liberar endorfinas, el bebé entra en un estado de bienestar que le permite descansar mejor.
Fortalece el vínculo afectivo
Durante el masaje, el bebé siente la presencia cercana y cariñosa de quien lo cuida. Es toda una experiencia sensorial que refuerza la conexión emocional y favorece el desarrollo del apego seguro. Es un momento de atención plena que transmite seguridad, amor y cuidado.
Estimula el sistema nervioso y digestivo
Por último, se activan diferentes terminaciones nerviosas de la piel que envían señales positivas al cerebro, estimula el sistema nervioso central y favorece la maduración de órganos y funciones.
Cuándo y cómo realizar el masaje para reflujos en bebés
Elegir el momento y el espacio adecuados es esencial para que el masaje para reflujos en bebés tenga un efecto positivo y no genere incomodidades. Es recomendable realizarlo al menos 30 o 45 minutos después de haber alimentado al bebé, ya que hacerlo inmediatamente después podría provocar regurgitación o malestar. En este sentido, contar con un babero es muy útil para esos momentos posteriores a la toma: los nuestros son 100% de algodón y de rizo de toalla con una capa intermedia impermeable. Además, se ajustan al tamaño desde el nacimiento y vienen con velcro.
Sigue también estas recomendaciones para preparar el ambiente perfecto: debe ser un lugar tranquilo, sin ruidos estridentes ni interrupciones. ¡Presta atención a la temperatura! El pequeño debe estar cómodo y sin pasar frío. Por último, asegúrate de que la iluminación sea suave para favorecer la relajación.
Asimismo, para facilitar el masaje, puedes usar aceites vegetales, como el de almendras, ideal para pieles sensibles y rico en vitamina E con propiedades hidratantes; el aceite de coco, de rápida absorción y con beneficios calmantes o el aceite de caléndula, con propiedades antiinflamatorias, perfecto para pieles irritadas. Al finalizar, no hay nada mejor que envolver a tu bebé en una manta suave: en Gabis las confeccionamos en algodón 100% y coralina de color crudo con pelo larguito. ¡El complemento perfecto para que se sienta cómodo y calentito!
Paso a paso para realizar el masaje
Para empezar, asegúrate de que tus manos estén tibias, limpias y sin anillos. El contacto debe ser firme pero suave, sin ejercer presión excesiva. Habla con tu bebé con voz tranquila o cántale mientras lo masajeas. Tu voz es otro elemento de calma.
1. Masaje en el abdomen (sentido de las agujas del reloj)
Este movimiento sigue el trayecto natural del intestino grueso para ayudar al tránsito intestinal. Coloca las manos sobre el abdomen del bebé y realiza círculos grandes y suaves, siempre en el sentido de las agujas del reloj.
2. Técnica “I Love U”
Esta técnica consiste en trazar tres letras con movimientos suaves:
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“I”: desde las costillas hasta el pubis en el lado izquierdo del bebé.
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“L” invertida: desde el lado derecho al izquierdo, y luego hacia abajo.
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“U” invertida: desde el lado inferior derecho, bordeando el abdomen hasta el inferior izquierdo.
Estas maniobras estimulan el intestino y ayudan a liberar el gas atrapado.
3. Movimientos de “bicicleta”
Con el bebé tumbado boca arriba, toma suavemente sus piernas y realiza un movimiento alternado como si pedaleara. Con este ejercicio, se estimulan los músculos abdominales y se puede provocar la expulsión de gases acumulados.
4. Técnica del “reloj solar”
Consiste en dividir el abdomen como un reloj y hacer pequeños círculos sobre cada “hora” marcando el recorrido del colon. Se empieza en las 7 y se avanza en sentido horario. Esta técnica complementa el masaje abdominal básico.
Durante el masaje, observa continuamente a tu bebé. Si muestra señales de incomodidad, como tensión muscular, llanto o arqueo del cuerpo, detén la sesión. El objetivo es siempre el bienestar, no forzar ninguna actividad.
Precauciones importantes a tener en cuenta
Aunque el masaje es seguro, hay ciertas consideraciones que deben respetarse:
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Nunca masajees justo después de una toma: espera al menos media hora para evitar molestias.
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No ejerzas presión: la zona abdominal del bebé es muy sensible. Usa solo la yema de los dedos y aplica movimientos suaves.
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Consulta al pediatra si el reflujo es severo: si hay signos de malestar persistente, rechazo a la comida o pérdida de peso, es necesario una evaluación médica.
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No todos los bebés disfrutan del masaje en todo momento: si tu bebé está inquieto, tiene hambre o sueño, puede que no sea el mejor momento. Respeta su estado emocional y físico.
Pequeños gestos, grandes cuidados
El masaje para reflujos en bebés es una práctica sencilla, segura y con múltiples beneficios. Gracias a esta práctica, lograrás aliviar los síntomas más comunes del reflujo fisiológico y fomentar el bienestar general, el descanso y el vínculo emocional con quien lo cuida.
Creemos en una crianza consciente, informada y llena de cariño. Por eso, desde Gabis, te animamos a que descubras más sobre nuestros productos, especialmente diseñados para el cuidado y comodidad de tu bebé. Si deseas leer más artículos como este, visita nuestro blog donde publicamos contenidos útiles sobre bienestar infantil, desarrollo temprano, consejos de maternidad y técnicas naturales para acompañar cada etapa de tu bebé con amor y confianza.
Cuidar de tu bebé con gestos cotidianos como el masaje es una forma poderosa de conectar y acompañarlo en su desarrollo. Cada caricia cuenta.