Los ciclos de sueño en bebés

¿Tu pequeño duerme plácidamente o te desvela con sus despertares nocturnos? No te preocupes, ¡no estás solo! Los ciclos de sueño en bebés pueden ser un misterio para muchos padres.

Comprender los ciclos de sueño en bebés es fundamental para brindar un entorno de descanso adecuado y fomentar hábitos saludables de sueño desde una edad temprana a nuestros pequeños. 

Por ello, desde Gabis, queremos ayudarte a comprender en detalle los ciclos de sueño de los bebés, desde la etapa de recién nacidos hasta la infancia temprana. Analizaremos cómo evolucionan estos ciclos a medida que el bebé crece y cómo los padres podemos entender y manejar mejor el sueño de nuestros hijos para promover un descanso óptimo y un desarrollo saludable.

 

Necesidades de sueño en bebés y duración del sueño

¿Te preguntas cómo descifrar las misteriosas necesidades de sueño de tu pequeño? No te preocupes, ¡estás en el lugar indicado! En Gabis, te acompañamos en este viaje para comprender el desarrollo del sueño de tu bebé y crear un ambiente ideal para su descanso.

Un viaje a través de las etapas del sueño: 

  • Recién nacido (0-3 meses): Un pequeño explorador del mundo que duerme hasta 17 horas al día en siestas cortas y frecuentes. Sus ciclos de sueño duran alrededor de 45 minutos, alternando entre sueño ligero y profundo. 
  • 4-6 meses: Un aventurero que comienza a dormir más por la noche (alrededor de 8-10 horas) y disfruta de 2-3 siestas diurnas. La duración total de sueño se reduce a unas 14 horas. 
  • 7-12 meses: Un pequeño conquistador que duerme entre 12 y 15 horas al día, con 1-2 siestas diurnas más largas. Sus ciclos de sueño se alargan y el sueño nocturno se consolida.

Descifrando los secretos de cada fase: 

  • Sueño ligero: Tu pequeño se mueve con facilidad y puede despertarse con mayor frecuencia. Es la fase ideal para responder a sus necesidades y ayudarlo a conciliar el sueño. 
  • Sueño profundo: Un momento de descanso profundo donde tu bebé duerme plácidamente. Es importante evitar interrupciones para que su desarrollo no se vea afectado.

En los bebés, cada fase de sueño suele durar alrededor de 45 minutos. Durante este tiempo, los bebés pueden experimentar diferentes niveles de profundidad del sueño, desde el sueño ligero hasta el sueño profundo. Esta duración es importante, ya que los ciclos de sueño se repiten a lo largo de la noche. 

Comprender la duración de cada fase nos ayuda a los padres a anticipar los despertares nocturnos y a responder de manera adecuada para facilitar el retorno al sueño.

El sueño desde recién nacidos hasta bebés de un año

Las fases del sueño van cambiando y evolucionando a medida que nuestros pequeños crecen. Aquí puedes ver cómo varía el sueño de los bebés a medida que se van desarrollando: 

Sueño en recién nacidos

Durante los primeros meses de vida, los bebés recién nacidos experimentan principalmente dos fases de sueño: el sueño profundo y la fase REM. En el sueño profundo, el bebé muestra un estado de relajación física completa, mientras que en la fase REM, se observa una mayor actividad cerebral y una mayor receptividad a los estímulos del entorno.

La limitación de las fases de sueño en los recién nacidos se debe principalmente a sus necesidades de alimentación frecuentes. Como los bebés necesitan despertarse varias veces durante la noche para alimentarse, su sueño se divide en estas dos fases básicas para facilitar la transición entre el sueño profundo y la vigilia, lo que les permite responder rápidamente a las señales de hambre y otras necesidades.

Sueño en bebés de cuatro a cinco meses

A esta edad, los bebés suelen experimentar cambios significativos en su patrón de sueño. Adquieren el ritmo circadiano de los adultos, lo que les permite diferenciar entre el día y la noche. Esto conlleva una transición de solo dos fases de sueño a cinco fases, similar a la de los adultos.

Durante esta etapa, al dormir, los bebés pasan por una fase de transición desde la vigilia al sueño, que puede ser breve pero significativa. Experimentan diferentes etapas de sueño, desde un sueño ligero hasta llegar nuevamente a la fase REM con un sueño más superficial. Las transiciones entre estas etapas requieren un proceso de entrenamiento gradual, ya que el bebé debe aprender a pasar de una fase a otra de manera fluida. Esta fase de transición puede estar acompañada de despertares nocturnos, ya sea por necesidades básicas como el hambre o simplemente despertares sin motivo aparente. Estos cambios son parte del proceso de adaptación del bebé a un patrón de sueño más adulto. Ten paciencia y deja que tu pequeño vaya aprendiendo. 

Sueño en bebés de un año

Aproximadamente a los ocho meses, los bebés experimentan lo que se conoce como angustia por separación, un componente normal del desarrollo infantil. Esta ansiedad puede influir en el sueño de los bebés de un año, ya que pueden despertarse con mayor frecuencia durante la noche buscando la cercanía y el consuelo de sus padres. La necesidad de sentirse seguros y protegidos puede resultar en más despertares nocturnos y dificultades para conciliar el sueño sin la presencia de los padres.

En esta etapa, la duración del sueño REM tiende a disminuir gradualmente. Durante el primer año de vida, los bebés experimentan períodos prolongados de sueño REM, ya que esta fase es crucial para el procesamiento de la información y el desarrollo cerebral. Sin embargo, con el tiempo, la cantidad de sueño REM puede reducirse, aunque sigue siendo importante para la consolidación de la memoria y otras funciones cognitivas. Este cambio en la duración del sueño REM refleja la maduración del sistema nervioso y el desarrollo del ciclo de sueño del bebé a medida que avanza hacia la infancia temprana.

Consejos para los padres 

Crear una rutina calmada y consistente antes de la hora de dormir puede ayudar a tu bebé a asociar ciertos comportamientos con la hora de acostarse. Esto puede incluir actividades como bañarse, leer un cuento o cantar una nana de cuna. También es importante que crees un ambiente tranquilo y relajante en la habitación del bebé, con una temperatura adecuada y poca iluminación. Nuestras mantitas son agradables al tacto y ayudarán a entrar en calor a tu pequeño. O puedes probar nuestras sábanas de cuna para crear la comodidad que tu bebé necesita a la hora de dormir.

Utilizar sonidos blancos o música suave puede ayudar a algunos bebés a conciliar el sueño. Recuerda que es importante reducir la estimulación antes de la hora de dormir puede ayudar al bebé a relajarse. Evitar actividades energéticas o emocionantes antes de acostarse puede facilitar la transición al sueño. 

Cuando el bebé se despierta durante la noche, es importante que respondas con sensibilidad a sus necesidades. Esto puede incluir brindar consuelo y tranquilidad, pero recuerda evitar la sobreestimulación. Durante los despertares nocturnos, la pesadilla de todos los padres, es importante seguir manteniendo un ambiente tranquilo y relajado en la habitación del bebé. Evita encender la luz para que sea más fácil el retorno al sueño.

A medida que el bebé crece, es importante establecer límites suaves en torno a los hábitos de sueño. Tu pequeño es muy listo y logrará aprender a dormirse por sí mismo. Permite que el bebé se duerma en su cuna, pero aún despierto, puedes enseñarle habilidades de autoconsuelo y facilitar la transición entre las fases del sueño. Ten paciencia y disfruta de su aprendizaje.

¿Cómo crear un ambiente ideal para el descanso de tu bebé? 

  • Establece una rutina de sueño: Crea horarios regulares para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana.
  •  Prepara un nido acogedor: Una habitación oscura, tranquila y fresca, con una temperatura agradable será su refugio perfecto. 
  • Relajación antes de dormir: Un baño caliente, un masaje suave o una canción de cuna pueden ayudar a calmar a tu bebé y prepararlo para el sueño. 
  • Observa las señales de tu pequeño: Bostezos, frotamiento de ojos o irritabilidad son señales de que tu bebé necesita dormir. Acompáñalo en este proceso con paciencia y cariño.

Durante el sueño, el cuerpo y el cerebro de tu bebé tienen la oportunidad de descansar, recuperarse y consolidar aprendizajes. Es crucial que nosotros, los padres, comprendamos las necesidades de sueño de nuestros pequeños  y establezcamos hábitos de sueño saludables desde una edad temprana. 

Un sueño adecuado no solo beneficia a nuestro bebé, sino que también contribuye al bienestar de toda la familia al promover un ambiente tranquilo y relajado en el hogar. Al priorizar el sueño y brindar un entorno propicio para dormir, podemos ayudar a asegurar un desarrollo óptimo y un crecimiento saludable para ellos.

En Gabis te animamos a que disfrutes de cada etapa de la maternidad viendo a tu hijo crecer. Nuestros productos te ayudarán en cada una de las etapas de crecimiento de tu pequeño. No dudes en visitarnos y hablarnos sobre tu experiencia como madre. Aquí estamos para aconsejarte. 

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