¿Debería dejar llorar al bebé?
Este acto de expresión, tan elemental como universal, es una manifestación primordial que puede comunicar gran variedad de necesidades y emociones, desde hambre, frío o calor hasta alegría, tristeza o amor. El debate sobre dejar llorar al bebé engloba toda una serie de perspectivas y consecuencias. Todo ello nos lleva a preguntarnos: ¿es apropiado dejar a nuestros bebés llorando?
Desde Gabis vamos a explorar las distintas opiniones que existen al respecto para que puedas sacar tus propias conclusiones. ¡Empecemos!
¿Por qué lloran los bebés?
Antes, comencemos por comprender los aspectos básicos. Los bebés lloran como una forma natural de comunicación para expresar sus necesidades y sentimientos.
Aunque el llanto puede ser desconcertante para los padres y cuidadores, es importante entender que es la principal manera en que los niños comunican sus necesidades y solicitan atención.
La siguiente es una lista detallada de razones por las que pueden llorar:
Hambre
Cuando tienen hambre, su instinto de supervivencia les impulsa a llorar para comunicar que necesitan alimentarse.
Malestar físico
Si se sienten incómodos debido a pañales mojados o sucios, es común que los niños lloren por estar demasiado calientes o fríos, tener gases o cólicos, o experimentar molestias físicas como dolor de estómago o dolor de oídos.
Necesidad de sueño
Al estar cansados o sobreestimulados, pueden llorar como una forma de decir que necesitan descansar. Esta es su forma de expresar que están cansados y necesitan dormir.
Necesidad de contacto
Los bebés necesitan contacto físico y cercanía con sus cuidadores para sentirse seguros y protegidos. El llanto puede ser su manera de pedir ser sostenidos, abrazados o acunados.
Malestar emocional
Aunque los bebés son muy pequeños para experimentar emociones complejas, pueden llorar si se sienten solos, asustados o inseguros. El llanto puede ser su forma de comunicar su malestar emocional y buscar consuelo.
¿Es malo dejar llorar a los bebés?
Algunos profesionales en pediatría plantean preocupación sobre los efectos negativos de dejar llorar a los bebés. Según la Dra. Pilar Bas, neonatóloga y especialista del servicio de pediatría de Vithas Las Palmas, el llanto prolongado puede generar estrés en el bebé, lo que resulta en la liberación de cortisol, una hormona que, en niveles elevados, puede causar daño en las estructuras y sistemas neuronales del bebé.
Además, argumenta que dejar llorar a un bebé sin atenderlo puede hacer que se sienta desprotegido y tener implicaciones en su desarrollo emocional a largo plazo.
La Dra. Bas se refiere a la teoría del apego, desarrollada por el psiquiatra John Bowlby. Esta teoría sugiere que los niños que no establecen un vínculo afectivo con al menos un cuidador pueden experimentar alteraciones en su desarrollo social y emocional. Según esta perspectiva, dejar llorar a un bebé puede conducir a un patrón de apego inseguro, lo que a largo plazo puede tener consecuencias negativas en su desarrollo emocional y social.
Otros enfoques
Por otro lado, hay una perspectiva más neutral que reconoce el llanto como una forma de comunicación importante para los bebés, sin condenar la práctica de dejarlos llorar. Según este enfoque, el llanto es esencial para la supervivencia del bebé, ya que le permite expresar diversas necesidades.
Sin embargo, también se reconoce que dejar llorar al bebé sin atenderlo puede tener consecuencias negativas en su desarrollo emocional y social. Se enfatiza que el llanto prolongado puede generar estrés en el bebé y afectar su bienestar general.
¿Cómo hacer que un bebé deje de llorar?
Cuando un bebé llora, puede ser angustiante para los padres y cuidadores, pero existen diversas estrategias que pueden ayudar a calmarlo y no dejar llorar al bebé. Aquí mencionamos algunas de estas estrategias:
Verificar las necesidades básicas
Antes de intentar calmar al bebé, es importante asegurarse de que todas sus necesidades básicas estén cubiertas. Verifica si tiene hambre, necesita un cambio de pañal, está incómodo debido al calor o frío, o si está cansado y necesita dormir.
Proporcionar contacto físico
Muchos bebés se calman cuando son sostenidos, abrazados o acunados por sus padres o cuidadores. El contacto físico proporciona seguridad y confort, y puede ayudar a tranquilizar al bebé.
Usar el método de los 5 S
Este método desarrollado por el pediatra Dr. Harvey Karp consiste en cinco técnicas para calmar a los bebés. La primera es envolver al bebé en una manta, luego colocarlo en posición boca abajo sobre el brazo del cuidador, balancearlo con suavidad, hacer un ruido suave y rítmico y, por último, darle algo para chupar.
Crear ambiente tranquilo
Los bebés son sensibles a su entorno, por lo que crear un ambiente tranquilo y relajante puede ayudar a calmarlos. Reduce el ruido y la luz, y trata de establecer una rutina calmada antes de dormir.
Utilizar técnicas de distracción
A veces, distraer al niño puede ayudar a calmarlo. Prueba a cantarle una canción suave, hablarle en tono calmado o darle un juguete para que se concentre en otra cosa.
Ofrecer consuelo
Si el bebé llora debido al hambre, ofrecerle el pecho, el biberón o un chupete puede ayudar a calmarlo y satisfacer su necesidad de alimentarse.
Asimismo, tomar un paseo en cochecito o llevarlo en una mochila portabebés puede ser útil, ya que a muchos bebés les gusta el movimiento suave y rítmico.
Alternativas al dejar llorar al bebé
En lugar de optar por dejar llorar al bebé, muchos padres eligen enfoques de crianza que se centran en fortalecer el vínculo emocional y la conexión con su hijo.
Estas alternativas enfatizan la importancia de responder de manera sensible y receptiva a las necesidades del niño, promoviendo así un ambiente de seguridad emocional y confianza mutua. Estas son algunas técnicas comunes que pueden ayudar a calmar al bebé sin recurrir a dejarlo llorar:
Atención receptiva
La atención receptiva implica estar atento a las señales y necesidades del bebé y responder de manera sensible y adecuada. Esto puede significar abrazar al bebé cuando está angustiado, hablarle con voz suave para calmarlo, o proporcionar contacto físico para transmitir seguridad y comodidad.
¿Cuál es la clave? Estar presente y disponible para el bebé en todo momento, brindándole la seguridad de que sus necesidades serán atendidas.
Comunicación no verbal
En esta edad los niños son muy receptivos a la comunicación no verbal, como el contacto visual, las caricias suaves y el tono de voz tranquilo. Estas señales transmiten amor, seguridad y tranquilidad al bebé, lo que puede ayudar a calmarlo en momentos de angustia.
Entonces, los padres pueden utilizar gestos y expresiones faciales amorosas para establecer una conexión emocional profunda con su bebé, fortaleciendo así el vínculo entre ellos.
Como hemos visto, existen distintos puntos de vista sobre si dejar llorar al bebé es un método adecuado. Pero, sin importar el enfoque que adoptes, lo más importante es brindarle amor, seguridad y atención constante para su desarrollo.
Desde Gabis esperamos poder acompañarte en su crianza y proporcionar información para fomentar un entorno amoroso y seguro para tu bebé. Ponte en contacto con nosotros y descubre los mejores diseños que ayudarán a crear este espacio tan fundamental.