Cómo calmar a un bebé que llora

En las conversaciones entre padres primerizos (y no tan primerizos) es muy recurrente la siguiente cuestión, ¿cómo calmar a un bebé que llora? 

El llanto es una forma de comunicación fundamental para los recién nacidos. Todos los bebés lloran y se ponen inquietos o irritables en ciertas ocasiones, es una respuesta natural a sus necesidades y a la forma en que expresan su malestar, hambre, sueño o incomodidad. Como padres primerizos, puede ser abrumador lidiar con el llanto de su recién nacido y aprender a identificar las razones detrás de él. Por ello, desde Gabis, hemos confeccionado esta guía en la que exploramos las diversas razones, estrategias y consejos que te ayudarán a lidiar con el llanto de un bebé. 

 

Identifica las necesidades del bebé

En primer lugar, es fundamental aprender a reconocer las necesidades del bebé para comprender por qué llora.  Existen diversas razones por las cuales un bebé puede llorar, algunas de ellas pueden ser:

Hambre

El hambre es una de las necesidades más comunes que lleva a un bebé a llorar. Los recién nacidos tienen estómagos pequeños y necesitan alimentarse con frecuencia. Si ha pasado mucho tiempo desde su última comida, es probable que el bebé llore para indicar que tiene hambre. 

Cansancio

Al igual que los adultos, los bebés también se cansan y necesitan dormir. El llanto puede ser una señal de que el recién nacido está agotado y necesita descansar. Ayudarlo a establecer una rutina de sueño adecuada es fundamental para evitar que llegue a un estado de cansancio extremo.

Aires / Necesidad de eructar

Después de alimentarse, los bebés pueden acumular aire en sus estómagos, lo que les puede causar gran malestar. Si el bebé llora después de comer, es posible que necesite eructar para liberar el gas atrapado y sentirse mejor.

Sobreestimulación

Los bebés tienen un umbral de estimulación más bajo que los adultos, y pueden llorar si se sienten abrumados por demasiado ruido, luces brillantes o una gran cantidad de estímulos. Proporcionar un entorno tranquilo y reducir la estimulación puede ayudar a calmar al bebé.

Temperatura inadecuada

Los bebés son sensibles a los cambios de temperatura. Si el bebé tiene frío o calor, puede llorar para indicar su incomodidad. Asegúrate de que la temperatura ambiente sea apropiada y viste al recién nacido con ropa adecuada para la ocasión.

Pañal sucio

Un pañal sucio o mojado puede causar irritación y malestar en el bebé. Revisar regularmente si el pañal necesita ser cambiado y asegurarse de mantenerlo limpio y seco puede evitar que el recién nacido llore por esta razón. Puedes echar un vistazo a nuestros cambiadores, perfectos para cambiar cómodamente a tu bebé, estés dónde estés.

 

Cólicos, ¿cómo manejarlos?

En primer lugar, los cólicos son episodios recurrentes de llanto inconsolable, generalmente en bebés sanos y bien alimentados. Suelen aparecer alrededor de las 2 a 5 semanas de vida del recién nacido y, por lo general, desaparecen alrededor de los 3-4 meses de edad. Es importante tener en cuenta que los cólicos no son culpa de los padres ni son un reflejo de su habilidad para cuidar al bebé. Son una fase normal que puede aparecer en su desarrollo que se superan con el tiempo.

Algunos consejos que pueden ayudar a aliviarlos:

• Masajea el vientre del bebé: un masaje suave en el área del abdomen puede ayudar a aliviar el malestar causado por los cólicos. Usa movimientos circulares suaves con tus manos en el sentido de las agujas del reloj. Asegúrate de que tus manos estén calientes y que apliques una presión suave pero firme.

• Prueba diferentes posiciones: experimenta con diferentes posiciones para calmar a tu bebé. Algunos bebés se sienten mejor cuando se los sostiene en posición vertical sobre el hombro, mientras que otros pueden preferir acostarse boca abajo sobre tu regazo. Algunos también encuentran alivio en una posición fetal o en una mecedora.

• Utiliza técnicas de relajación: algunas técnicas de relajación pueden ayudar a calmar a tu bebé durante los episodios de cólicos. Prueba con música suave, ruido blanco (como el sonido de un ventilador), un baño tibio o incluso un paseo en cochecito. Estas técnicas pueden ayudar a distraer al bebé y brindarles una sensación de calma.

• Establece una rutina calmante: crear una rutina tranquila antes de la hora de dormir puede ayudar a aliviar los cólicos y facilitar el sueño del bebé. Esto puede incluir actividades como un baño tibio, un masaje suave, canciones de cuna suaves y la creación de un ambiente tranquilo y oscuro en la habitación.

Es importante recordar que cada recién nacido es diferente y puede que algunos métodos funcionen mejor que otros para aliviar los cólicos. La paciencia y la experimentación son clave para encontrar lo que funciona mejor para cada recién nacido.

Si te sientes abrumada o abrumado, no dudes en buscar apoyo de profesionales de la salud, como pediatras o especialistas en lactancia. Ellos podrán proporcionarte orientación adicional y tranquilizarte en este proceso.  Recuerda que los cólicos son temporales y, con el tiempo, tanto tú como el bebé superaréis esta etapa.

Técnicas para calmar a un bebé que llora

Desde Gabis te ofrecemos una lista de técnicas efectivas que puedes probar para calmar a tu bebé cuando llora:

1. Observar las señales del bebé: presta atención a cualquier señal que pueda indicar la causa del malestar del bebé. El hambre, el dolor o la enfermedad suelen ser algunas de las posibles razones, aunque a veces puede resultar difícil determinar el motivo exacto. Observar y escuchar atentamente al recién nacido te ayudará a comprender mejor sus necesidades y a responder de manera adecuada.
2. Aumentar el contacto físico: a diferencia de lo que se podría pensar, sostener al bebé en brazos brinda seguridad y calma. El contacto piel con piel, el arrullo y el balanceo suave pueden ser muy reconfortantes para el recién nacido. Sentir el calor y el ritmo del corazón de sus padres o cuidadores les proporciona una sensación de protección y les ayuda a relajarse.
3. Mecer al bebé: los movimientos rítmicos suaves pueden tener un efecto calmante en los recién nacidos.  Puedes mecer al recién nacido en tus brazos, en una mecedora o utilizar un columpio para bebés. El balanceo suave puede ser especialmente útil para calmar al bebé cuando está inquieto o llorando.
4. Arrullar al bebé: envolver al recién nacido en una manta suave y caliente (técnica conocida como "swaddling") puede brindarle una sensación de tranquilidad y comodidad, ayudando a evitar que se despierte. 
5. Pasear al bebé en brazos: los paseos tranquilos tanto en exteriores como en interiores pueden ser muy efectivos para calmar al bebé. El movimiento, la exploración visual y los nuevos estímulos sensoriales pueden distraer al recién nacido de su malestar y ayudarle a relajarse. Además, el contacto cercano con los padres o cuidadores proporciona seguridad y conexión emocional.
6. Darle un masaje: masajear suavemente el cuerpo del bebé puede ayudarle a relajarse y acostumbrarse a su propio cuerpo.
7. Bañar al bebé: un baño de agua tibia puede ser una experiencia muy relajante y recomendable para calmar a un recién nacido. Asegúrate de sostenerlo firmemente y de utilizar productos de baño suaves y adecuados para su piel. También puedes aprovechar el momento del baño para mecerlo suavemente en el agua, lo cual puede ayudar a calmarlo aún más.
8. Permitir la succión: la succión puede proporcionar alivio al bebé, ya sea a través de un chupete o del pecho materno, aunque hay diferentes opiniones al respecto.
9. Sonidos monótonos: los sonidos repetitivos y monótonos, como el ruido de una emisora de radio, una lavadora centrifugando, un ventilador o una grabación especial de ruido blanco, pueden servir de gran utilidad. Estos sonidos pueden tener un efecto calmante y relajante, ayudando a bloquear otros ruidos y a crear un ambiente tranquilo para el bebé.
10. Mantener la calma: es fundamental que los cuidadores y los padres se mantengan tranquilos y serenos, ya que el bebé puede percibir el estrés y la tensión emocional. Mantén la calma y recuerda que el llanto es normal y necesario en muchas ocasiones. No te desesperes y busca momentos para cuidarte y relajarte, te ayudará a estar más presente y receptivo para calmar al recién nacido.

Cada bebé es único y puede llevar tiempo descubrir qué funciona mejor para calmar a cada uno. A medida que te familiarices con las señales y necesidades del bebé, ganarás confianza en tu capacidad para brindarle el cuidado y la calma que necesita.