Cómo lavar ropa de bebé: guía completa y preguntas más frecuentes
Lavar la ropa del bebé es una tarea clave cuando estamos preparando la llegada del recién nacido, y se convierte en una rutina constante una vez que el bebé ya está en casa. Aunque pueda parecer algo básico, pronto surgen dudas sobre detergentes, temperaturas, programas de lavado y cuidados específicos, entre otros aspectos. Y es que la piel del recién nacido es extremadamente delicada, así que la manera en que se lava su ropa influye directamente en su bienestar. Por eso es fundamental entender cómo lavar ropa de bebé de la mejor forma.
Esta guía aborda todas las preguntas más frecuentes, y también añadimos recomendaciones de todo tipo.
La ciencia de cómo lavar la ropa del bebé
Hay una multitud de factores que entran en juego a la hora de lavar la ropita del bebé. Estos son los 3 pilares sobre el que se basan nuestros consejos:
La sensibilidad de la piel del recién nacido
La piel del bebé es mucho más fina y vulnerable que la de un adulto. Su barrera protectora aún está en desarrollo y cualquier residuo químico o suciedad puede provocar irritaciones, dermatitis o alergias. Por eso la ropa destinada al bebé debe lavarse siempre con productos suaves y adecuados.
Los residuos de fabricación y almacenaje
Incluso cuando una prenda es nueva, puede contener polvo o sustancias procedentes del proceso de producción, transporte o exposición en tienda. Por eso se recomienda lavar absolutamente toda la ropa antes del primer uso.
Tejidos delicados que requieren mimo
Muselinas, algodón orgánico, punto o lana merino son materiales habituales en las prendas y complementos no solo de los primeros meses, sino también años. Estos tejidos necesitan lavados cuidadosos para mantener su suavidad y durabilidad. Así, conseguimos alargar la vida de estas piezas al máximo.

¿Cómo se lava la ropa de bebé por primera vez?
Preparación de las prendas
Antes de iniciar el primer lavado conviene retirar etiquetas externas que puedan rozar la piel y revisar costuras o hilos sueltos. Después, organiza la ropa en tres grupos: separa colores, blancos y prendas especialmente delicadas. Este primer paso facilita mucho el proceso y evita accidentes habituales como desteñidos o deformaciones.
Elección del detergente adecuado
El detergente debe ser suave, hipoalergénico y libre de perfumes intensos. Las fórmulas líquidas suelen ser la mejor opción porque dejan menos residuos en la tela. El suavizante, en cambio, es mejor evitarlo: deja en la ropita componentes químicos residuales que pueden irritar la piel al bebé.
Programa y temperatura recomendados
Para el primer lavado es aconsejable utilizar un programa delicado y una temperatura moderada, de unos 30 o 40 grados. Esto es suficiente para eliminar cualquier resto de fabricación sin dañar los tejidos. Los programas suaves o delicados (el nombre depende de la lavadora, pero normalmente suelen ser fáciles de identificar) cuidan mejor la ropa, que en esta etapa suele incluir piezas muy finas.
Secado y almacenamiento
Siempre que sea posible, seca la ropa al aire. El secado natural conserva mejor la textura y evita que las prendas se encojan. Si utilizas secadora, lo mismo que a la hora de lavar: selecciona un programa delicado o de baja temperatura.
Para planchar, recomendamos un a temperatura moderada y con una funda de planchado. Una alternativa excelente es emplear una plancha de vapor, ya que permite alisar y refrescar la ropa del bebé sin exponerla al calor directo de la plancha.
Una vez seca, guárdala en un lugar limpio y protegido.

¿Cómo se lava la ropa del bebé en el día a día?
Tratamiento de las manchas más comunes
Las manchas de leche, las regurgitaciones o los restos del pañal forman parte de la rutina en los primeros meses. Para tratarlas correctamente y poder sacarlas con la máxima facilidad, es aconsejable actuar cuanto antes. Un remojo rápido o un pretratamiento suave con el mismo detergente infantil suele ser eficiente. Evita productos agresivos o quitamanchas destinados a ropa adulta.
Separación de las coladas
Aunque parezca tentador mezclar la ropa del bebé con la del resto de la familia para ahorrar tiempo, no es lo más recomendable. La ropa de adulto puede contener restos de productos más fuertes o partículas que podrían irritar la piel del bebé. Mantener coladas independientes ayuda a garantizar que las prendas infantiles se mantengan lo más limpias y seguras posible.
Organización después del lavado
Una vez limpias y secas, las prendas deben guardarse en espacios protegidos.
Para salidas, visitas o días en los que se necesitan varias mudas, la bolsa de muda Gabis es el accesorio ideal. Permite llevar contigo varios conjuntos y, además, mantiene la ropa impecable hasta el momento en que se necesite. Piensa que un bebé o un niño puede necesitar varios cambios de ropa, así que una bolsa de muda es un producto infalible en tu día a día.

¿La ropa del bebé se debe lavar a 30 o 40 grados?
Cuándo usar 30 grados
Los 30 grados son la temperatura ideal para ropa delicada, tejidos finos o prendas que no estén especialmente sucias. Esta temperatura preserva perfectamente la suavidad de las fibras y contribuye a que las prendas duren más tiempo.
Cuándo usar 40 grados
Los 40 grados son adecuados para prendas que han sufrido manchas más intensas o para textiles más gruesos como sábanas, toallas, arrullos o bodis con restos difíciles de eliminar. Esta temperatura es suficientemente alta para garantizar una buena higiene sin dañar los tejidos. Salvo excepciones muy concretas, no es necesario lavar a temperaturas más elevadas.
¿Cuándo se recomienda lavar la ropa del bebé?
Antes del nacimiento
Lo más habitual es lavar toda la ropa del bebé entre las semanas 32 y 37 de embarazo. Así se tiene tiempo para preparar la maleta maternidad con calma, organizar conjuntos y dejar las mudas listas para el día del parto.
Las maletas maternidad con Gabis son uno de nuestros productos estrella y están diseñadas cuidando hasta el más mínimo detalle. Cuentan con asas resistentes y un forro interior neutro. Su formato plano y rectangular resulta ideal para llevar la ropa del bebé al hospital sin que se arrugue, y su diseño clásico permite seguir utilizándolas durante años para viajes o escapadas. Son ligeras, mantienen bien su forma y tienen un acabado totalmente impermeable.

Durante las primeras semanas
Los bebés suelen ensuciar varias prendas al día, por lo que muchas familias optan por poner lavadoras cada dos o tres días. Esto permite tener siempre ropa limpia y evita que las manchas se acumulen.
En cuanto una prenda se manche
Si una prenda se mancha de forma evidente, lo mejor es lavarla cuanto antes. Dejar secar manchas de leche o del pañal dificulta mucho su eliminación a posteriori.
Cada vez que se incorpore ropa nueva
Incluso cuando recibas regalos o compras adicionales durante los primeros meses, conviene lavar las prendas antes de usarlas.
Consejos finales para cuidar la ropa del bebé
Protección de prendas pequeñas
Utilizar pequeñas bolsas de lavado es útil cuando se trata de calcetines, gorritos o guantes de recién nacido, que tienden a perderse fácilmente dentro del tambor de la lavadora.
Cuidado de juguetes de tela
Los peluches, dou-dous y demás juguetes textiles deben lavarse siguiendo los mismos principios que la ropa del bebé, ya que están en contacto directo con su piel.
Prudencia con el planchado
La mayoría de prendas infantiles no necesitan planchado. Cuando sea necesario, hazlo a baja temperatura para no deteriorar los tejidos.
Organización en casa y fuera de ella
Mantener la ropa limpia bien clasificada reduce el estrés de los primeros meses. Y si vas a salir, prepara siempre una muda de repuesto dentro de tu bolsa de muda, diseñada precisamente para hacer todo este proceso mucho más sencillo.
Cómo lavar los productos Gabis
Algo que nos preguntáis muy a menudo es si es necesario lavar los productos antes del nacimiento del bebé y, en ese caso, cómo hacerlo.
Recomendamos lavar aquellos artículos que vayan a estar en contacto directo con el bebé: el saco capazo, las sábanas bajeras y encimeras, el arrullo y las bolsas de muda. Para todos ellos, lo ideal es un programa delicado, con centrifugado corto y a 30 °C, para mantener las piezas en perfecto estado.

Checklist para lavar la ropa del bebé
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Lavar antes del primer uso
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Utilizar detergente hipoalergénico
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Evitar completamente el suavizante
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Evitar planchar (o hacerlo con una funda)
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Lavar entre 30 y 40 grados
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Separar la ropa del bebé de la del resto de la familia
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Secar al aire siempre que sea posible
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Guardar la ropa en un espacio limpio (y en bolsa de muda al salir)
Aunque al principio pueda parecer un proceso lleno de detalles, lavar y organizar la ropa del bebé termina convirtiéndose en algo sencillo. Todo es cuestión de cogerle el tranquillo, encontrar los productos que mejor funcionan en tu hogar y adaptarlo poco a poco a la rutina diaria de la familia. Con práctica y constancia, esta tarea se integra de forma natural en el día a día.
